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Los vigilantes de Seguridad se han convertido en los únicos rostros humanos a los que pedir ayuda en lugares como el metro, los andenes de las estaciones de Renfe y los aeropuertos. Con una paciencia infinita, estos profesionales atienden al público en un momento muy delicado, en plena pandemia, enfrentándose a situaciones mucho más complicadas que nunca. Puede ser tan duro tener que negar la entrada a un familiar de una persona moribunda por Covid como enfrentarse a unos matones en un polígono. Los españoles, muy por delante del Estado, que no trata a los vigilantes como a otros colectivos de la seguridad, a los que sí dota de autoridad, y protege con medidas como la vacunación temprana, valora la labor de estos trabajadores.
Ángel Córdoba Díaz, Presidente de Aproser, ha resaltado la importancia de la labor que están llevando las empresas para adecuar las habilidades de los trabajadores a cada destino. Durante la rueda de prensa que ha tenido lugar esta mañana, el ejemplo de los vigilantes que se han tenido que enfrentar al dolor de los familiares fallecidos por el virus, lo ha citado él. También ha comentado que los ciudadanos se han sentido tremendamente solidarizados con los vigilantes. En el último año han recibido 180 palizas por cumplir con su trabajo, tanto hombres como mujeres. Tanto él como Eduardo Cobas Urcelay, Secretario General de Aproser, han incidido en que no entienden “por qué las fuerzas de Seguridad, los miembros de Protección Civil, tienen trato preferente a la hora de acceder a medidas de seguridad o a la vacunación, cuando la labor que desarrollan los trabajadores de la Seguridad es complementaria y asumen los mismos riesgos”, y como ejemplo, cita el caso de la educación pública y privada, que ha recibido el mismo trato “cuando nosotros siempre hemos sido servicios esenciales”.

Ángel Córdoba Díaz, Presidente de Aproser.
Son héroes, como los bomberos y los futbolistas de otros tiempos, si nos atendemos a los datos. Así lo revela la encuesta elaborada por APROSER, Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad. Aproser ha presentado esta mañana los resultados de la nueva edición del Estudio sociológico sobre la percepción de la Seguridad Privada en España, elaborado por Canal Sondeo. El estudio aborda la percepción y valoración del cometido de los Vigilantes de Seguridad, los lugares en los que la Seguridad Privada debería consolidar o incrementar su presencia, la protección jurídica, así como el reconocimiento social de los profesionales.

Una de las principales conclusiones que se desprenden del estudio es que ha aumentado la sensación de seguridad que genera la presencia de Vigilantes de Seguridad. En concreto, nueve de cada diez españoles (un 86%) se sienten más seguros en los lugares en los que hay Vigilantes de Seguridad, lo que supone un incremento desde el 79% con respecto a hace cinco años. En la anterior edición, afirmaban sentirse muy seguros o bastante seguros en presencia de estos profesionales. Lo más curioso, es que los porcentaje son iguales entre la gente joven entre 25 y 45 años que ha expresado su opinión, que entre los mayores, a quien se presupone cualidades como un mayor apego a la disciplina y el orden público.
Asimismo, el estudio ha detectado un crecimiento en la percepción positiva del Vigilante de Seguridad, ya que, respecto a 2016, ha aumentado en trece puntos porcentuales, hasta el 75%. Estiman como buena o muy buena esta figura. Sólo un 3% manifiesta una opinión negativa.
Además, aunque para la gran mayoría de los encuestados, el 77%, su percepción no ha cambiado, el 17% reconoce que ha mejorado.
Según el estudio, el 84% de los españoles considera que los Vigilantes de Seguridad contribuyen a aumentar la seguridad ciudadana en general, otro 81% percibe la función del Vigilante de Seguridad como algo necesario y el mismo porcentaje reconoce en estos profesionales a personas a las que se puede acudir en busca de ayuda.
Por espacio en el que desarrollan sus funciones, los Vigilantes de Seguridad de los hospitales y centros de salud son los que obtienen mejor valoración, al ser considerados los más dispuestos y agradables, seguidos de los de bancos y cajas de ahorro (donde se registra la mayor sensación de seguridad), aeropuertos y edificios oficiales.
Vigilantes de Seguridad en el contexto de la pandemia
Preguntados al respecto de la pandemia, solo un 38% de los españoles cree que Gobierno y Administraciones están valorando positivamente el papel desempeñado por los Vigilantes de Seguridad y, en cambio, el 85% considera que los profesionales de la Seguridad Privada que estén en contacto directo con ciudadanos deberían tener acceso preferente a equipos y medidas de protección, como la vacuna contra el COVID.
Además, la práctica totalidad de los encuestados (94%) está de acuerdo en que los Vigilantes de Seguridad tengan competencias en medidas como control de aforos y de distanciamiento social, así como en la medición de la temperatura corporal.
A este respecto, desde APROSER recuerdan que los profesionales de la Seguridad Privada realizaron una encomiable labor desde la declaración del estado de alarma, contribuyendo, al igual que otros servicios esenciales, a preservar la seguridad de los ciudadanos. “Como efecto derivado, se generó un incremento puntual de servicios en ciertos ámbitos (abastecimiento de alimentos o centros hospitalarios, entre otros) que, sin embargo, no podrá compensar a corto plazo un importante descenso en la demanda de los servicios tradicionales de seguridad privada. En el contexto actual de regreso paulatino a la plena actividad, en el que se siguen manteniendo las exigencias de distanciamiento de la población y la reducción de los aforos, los profesionales de la Seguridad Privada pueden seguir aportando valor añadido a la sociedad, siempre al amparo de las funciones que la ley les atribuye expresamente.
Por ejemplo, se puede extrapolar a los espacios públicos su trabajo en limitación de accesos o distanciamiento entre usuarios en las redes de transporte o en los supermercados; e incluso pueden desempeñar nuevos servicios en sectores especialmente afectados por la crisis sanitaria y que precisen un reforzamiento y mayor visibilidad de sus sistemas de protección, como podría suceder en el sector turístico, en el de centros culturales y deportivos o en el de la hostelería, y que deberían contar, para poder prestarse eficazmente, con el necesario apoyo legislativo y financiero de las autoridades públicas”.
La ciudadanía demanda más profesionales de la seguridad en espacios públicos abiertos
Asimismo, los resultados de la encuesta arrojan una aprobación generalizada a una mayor presencia de Vigilantes de Seguridad, especialmente para disuadir a posibles delincuentes o para intervenir en caso de agresión inmovilizando al agresor y reteniendo a los delincuentes hasta que se produce la llegada de la Policía o la Guardia Civil.
“España cuenta con una media de un vigilante por cada 600 habitantes, mientras que en Europa es uno por cada 250 habitantes”
Esta mayor presencia es considerada especialmente adecuada no solo en lugares de gran concurrencia de personas, como centros comerciales, estaciones de tren o autobús (88%), donde actualmente ya hay profesionales de Seguridad Privada, sino también en lugares donde actualmente no están. En concreto, un 75% de los ciudadanos vería oportuno que hubiera Vigilantes de Seguridad en espacios públicos abiertos de gran concurrencia, como paseos, parques o playas; y en calles y zonas comerciales de las ciudades (72%), priorizando en este caso el horario comercial.
La mayoría de los españoles, en concreto un 75%, sigue considerando que en España no hay suficientes vigilantes por habitante y que es necesario asemejar el dato a la media europea. España cuenta con una media de un vigilante por cada 600 habitantes, mientras que en Europa es uno por cada 250 habitantes.

Desde APROSER se señala que “el estudio nos lleva a concluir que, a medida que estamos más familiarizados con la figura y las funciones del Vigilante de Seguridad , más necesarios nos resultan. Nos sentimos más seguros si sabemos que hay uno cerca”.
Una profesión poco reconocida y con margen para mayor protección jurídica
Según el estudio, más de siete de cada diez españoles considera que la profesión de vigilante de seguridad no tiene el reconocimiento social adecuado ( un 76%) y está poco valorada. Ambas percepciones han aumentado en el tiempo con respecto a la encuesta anterior. Ha crecido hasta el 63% (desde el 52% anterior) el porcentaje de personas que piensa que los Vigilantes de Seguridad complementan adecuadamente las labores de la policía y la guardia civil.
En cuanto a la protección jurídica, seis de cada diez encuestados (61%) asegura que la ley no protege lo suficiente a los Vigilantes de Seguridad en el desempeño de sus funciones y un porcentaje similar (59%) percibe que la ley ampara más a los presuntos delincuentes.
La Seguridad Privada es un sector que contribuye al PIB nacional y proporciona trabajo a más de 100.000 profesionales, entre los cuales el 90% dispone de contrato indefinido. En este sentido y tal y como arroja el estudio, nueve de cada diez encuestados (87%) desconoce la aportación del sector a la economía nacional.

 

 

Madrid, 9 de abril de 2021
Jose Antonio Mora Paños.
Departamento de Comunicación de alternativasindical
Esperemos que APROSER piense lo mismo cuando decida negociar un nuevo convenio al 1% junto a los adlateres UGT, CCOO y USO.
Hay quien yerrra con tanta precisión que parece que esté apuntando.