En Madrid, a 30 de marzo de 2019
La vigilante de seguridad que se encontraba entre los nueve vigilantes intervinientes en el suceso en la estación de Plaza Cataluña con el individuo de origen marroquí ha publicado fotos de la agresión previa que sufrió por parte de éste, y que fue denunciada el mismo día de los hechos.
Según información que ha podido recabar este sindicato por parte de fuentes fidedignas el individuo detenido es un delincuente habitual de la zona consumidor habitual de sustancias estupefacientes. El día de los hechos se mostró especialmente alterado y violento llegando a agredir a la vigilante de seguridad al requerirle el abono transporte, así como a una señora de avanzada edad que se encontraba en la estación sacando un título de transporte en una de las máquinas expendedoras, motivo por el cual fue detenido con posterioridad por parte de los vigilantes de seguridad, tal y como se aprecia en el vídeo. No en vano, la vigilante de seguridad tuvo que ser atendida en la Mutua de hematomas en la espalda como en el antebrazo (adjuntamos fotografías de los hematomas producidos por la agresión), lo que desvirtúa la versión que facilitó el inmigrante negando que hubiese actuado con violencia.
Ayer nuevamente el Departamento de Seguridad Corporativa de Renfe, se apresuró a afirmar ante los medios de comunicación que se había aperturado expedientes y sancionado a estos vigilantes extremo que negamos con rotundidad dado que Renfe no tiene potestad legislativa para sancionar a ningún vigilante de seguridad ni aperturar ningún tipo de expediente puesto que, ni siquiera, son trabajadores del operador ferroviario. Al tratarse de subcontratas y con arreglo a la Ley de Seguridad Privada tan solo corresponde y pueden sancionar la empresa de seguridad a la que pertenecen y/o la Unidad Central de Seguridad Privada perteneciente a la Dirección General de la Policía que son quién mantienen las competencias en el control e inspección de las empresas de seguridad y su personal.
Desde la Dirección de RENFE solo se preocupan en lavar su imagen de cara a la opinión pública dejando siempre en entredicho y cuestionando las intervenciones llevadas a cabo por los vigilantes de seguridad. En este momento ya son 10 los vigilantes de seguridad que han sido apartados del servicio de seguridad en Barcelona y lo único que está consiguiendo el operardor ferroviario es crear una especie de psicosis entre el personal de seguridad y que provoque en estos profesionales cierta desidia y recelo a la hora de intervenir en la comisión de un hecho delictivo cometido por un inmigrante.
Como ya sucediera el pasado 14 de febrero, con el incidente entre un usuario de color y un vigilante de seguridad en Barcelona Sants, los vigilantes siguen desempeñando sus funciones con normalidad y no consta que ni empresas ni la Dirección General de la Policía hayan abierto expedientes, a día de hoy, contra ningún vigilante interviniente.
Coordinadora ejecutiva de comunicación Estatal de alternativasindical