En pocas ocasiones un observatorio profesional habrá estado más alejado de su función como lo está el de la Seguridad privada como supuesto órgano de actuación que surge para abordar los problemas más importantes del sector.
Ni que decir tiene la lejanía constitucional de defensa de los trabajadores que desliza este tipo de comunicados junto a la patronal por parte de UGT, USO y CCOO pretendiendo justificar su posición sobre el debate de funciones del personal de seguridad privada en tomas de temperaturas como un colchón de salvación para cientos de puestos de trabajo que han sido eliminados mediante ERTES con su complacencia, pero lo cierto es que esta reunión y acta del observatorio no tenia otros fines que los de poner en entredicho un informe de un organismo autónomo como lo es la AEPD, y cuestionar y exigir al Estado una regulación de unas funciones para los vigilantes que cuanto menos son cuestionables.
Que estos sindicatos representen a intereses particulares y respalden un escrito de la Patronal, supone una doble traición. A los trabajadores, por sumarse a una iniciativa que solo obedece a intereses económicos de las patronales sin ningún beneficio para el colectivo, auspiciada por una Patronal que se erige en representación de todo un sector utilizando una plataforma como lo es el Observatorio para intereses exclusivos de sus asociados.
Es lamentable que este Órgano, que insistimos no representa ni a la mitad del sector y los sindicatos parasitarios que trabajan para sus intereses lo usen para fines propios y para criticar a otras organizaciones sindicales, en la medida que se han prestado a auxiliar a quienes no han demostrado otro propósito que el de seguir violando los intereses profesionales del colectivo y del mismo orden constitucional que ampara la labor de las organizaciones sindicales como lo es alternativasindical.
En cualquier sector, usar un observatorio en el que por cierto ya no cree nadie, para intereses particulares de tres empresas y tres sindicatos que se erigen en representación de todo un colectivo donde hay más de 800 empresas registradas y más de 50 sindicatos sería un espectáculo bochornoso, pero aquí todo vale.
Este tipo de comunicados deslegitima y denigra a todos los componentes de este observatorio, que como tal debería ser aséptico y plasmar comunicados de la realidad del sector, y no los comentarios sin rigor ni criterio realizadlos por unos pocos para satisfacer sus intereses particulares y de paso criticar a otras organizaciones.
Urge, pues, que los sindicatos parasitarios dejen de representar a este sector, y entre tanto también dejen de interpretar el papel de tontos útiles de una patronal y un observatorio que ni representa a todos, ni los intereses de todos, y si más bien de unos pocos.
Urge también por otro lado que este Órgano se configure como una realidad cierta del sector y no con la mitad de ella usándola para intereses particulares de solo algunas empresas y sindicatos, y de paso para hacer frente a las principales dificultades del sector, como la excesiva prevalencia de criterios económicos de las empresas frente a la seguridad de los trabajadores, y de relanzar un convenio con un salario digno, causas que generan precariedad laboral y una cada vez más extendida competencia desleal.
Alberto García Martinez
Madrid, 26 de mayo de 2020
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