Las últimas agresiones a vigilantes de seguridad que desempeñan su trabajo en ciudades como Madrid o Barcelona han llevado a este sindicato exigir ante los Grupos Parlamentarios en el Congreso, que se les considere agentes de la autoridad y se les faciliten más medidos de autoprotección. Otra nueva agresión en el metro de Barcelona. Esta vez, protagonizada por un grupo de pasajeros, al parecer ebrios, que quería evitar el control de bileltes y acabó agrediendo a los vigilantes de seguridad. El incidente ocurrió este lunes, 5 de noviembre, en el vestíbulo de la estación de Torrassa, que comunica la L-1 con la L-9, pone de manifiesto la indefensión que el colectivo de seguridad está sufriendo, siendo que desde las Administraciones Públicas y Gobierno no se está haciendo nada para atajarlo. Anuncio La pasada semana se han ocurrido varios episodios en Metro de Madrid, donde numerosos grafiteros mediante apuestas invaden las estaciones de metro, con el fin de pintar los trenes y agredir a los vigilantes, que se encuentran sin medios de protección física y jurídica, sin que a las Administraciones parezca importarles. Esta agresión se suma a otras dos ocurridas a finales de octubre: una en Madrid, concretamente en la estación de Cercanías de Nuevos Ministerios, donde un hombre golpeó repetidamente a un vigilante que le pedía que pagase, hasta que la víctima fue socorrida por una chica y luego por más compañeros y policías que lograron reducir a un hombre totalmente exaltado. La otra fue en Barcelona, donde varios pasajeros de Metro de Barcelona agredieron a tres vigilantes de seguridad, que sufrieron lesiones de diversa consideración, al intentar calmarles cuando estaban provocando alborotos en el interior de un convoy de la línea 5. Desde alternativasindical queremos denunciar el desamparo que en las últimas semanas el colectivo de vigilantes de seguridad privada esta sufriendo, sobre un número considerable de agresiones en el desempeño de sus funciones, que condenamos enérgicamente y ante las que muéstramos todo nuestro apoyo. Desde nuestra Organización, como siendicato Profesional Mayoritario en el Sector, defenderemos ante los Hrupos Parlamentarios que en el nuevo Reglamento de Seguridad Privada, que ultima el Gobierno, se les dote de mayor cobertura legal y se conceda automáticamente carácter de agente de autoridad a estos profesionales en el desempeño de sus funciones, como ocurría hasta 1992 y que fueron retiradas con la connivencia de los sindicatos de clase. Partiendo de la base de que esta profesión conlleva riesgos, consideramos que no es de recibo que no tengamos consideración de agentes de la autoridad si son auxiliares de la autoridad pública en una situación de alerta 4 de nivel antiterrorista. Las agresiones que recibimos no pueden quedar en una simple y mera falta, en una condena leve por agresión. El agredir a un agente de autoridad es un delito que conlleva penas de uno a cuatro años de prisión; hay que tener presente que la Ley de Seguridad Privada obliga a los vigilante a intervenir ante cualquier circunstancia que infrinja las leyes en sus puestos de trabajo. Las agresiones a vigilantes comienzan a ser demasiado frecuentes, y por ello pedimos mayor cobertura jurídica y de medios de protección personal física. Hay que recordar que nos encontramos en la misma situación de indefensión jurídica y desamparo que en el año 1992, cuando se rubricó la Ley de Seguridad Privada y pasamos de ser vigilantes jurados para convertirnos en vigilantes de seguridad, y nos despojaron del carácter de agente de autoridad, por ello abogamos por recuperar esa condición y también por contar con más elementos de protección.
Alberto García Martinez: tlf. 673 80 10 85