AFÍLIATE


22/09/2023

El sindicato Alternativa Sindical de Trabajadores de Seguridad Privada, ASTSP, ha exigido hoy el cese de los directivos de Renfe que de una forma u otra hayan promovido el linchamiento público en algunos medios de comunicación de los vigilantes que el pasado miércoles tuvieron que reducir a un hombre que se enfrentó a ellos de forma agresiva tras colarse en una estación de tren de Barcelona.

El portavoz nacional de este sindicato, Alberto García, ha calificado de lamentables las declaraciones en las que desde Renfe se pedía a Sureste Seguridad, empresa a la que pertenecen los vigilantes, que fueran separados del servicio.

García no ha dudado un instante en exigir a RENFE «que compruebe las cámaras de seguridad de la estación para poder confirmar la veracidad de la versión de los vigilantes de seguridad y así acabar con este desgraciado e interesado debate, donde lo único que se hace es dañar la imagen de unos trabajadores que velan por la seguridad del resto de viajeros de la estación».

Este portavoz sindical ha añadido además que «el inmigrante llevaba una mochila sin saber qué llevaba en ella, que pudiera ser algo peligroso, por lo que había que comprobarlo, máxime teniendo en cuenta el estado de alerta de nivel 4 de atentados en el que nos encontramos en estos momentos».


Por todo ello, ha pedido la dimisión del director de seguridad de RENFE y del resto de directivos que hayan pedido expulsar a estos vigilantes si, una vez visionadas las imágenes, se comprueba a través de las cámaras de seguridad que tuvieron conocimiento de que el individuo detenido portaba un objeto y lo han ocultado, lo que ha provocado este linchamiento público interesado a unos profesionales que cada día se juegan el físico por nuestra tranquilidad y seguridad».

Renfe defiende a sus trabajadores agredidos en Madrid pero los despide en Cataluña

García ha señalado que «es inaudito que en los propios carteles que Renfe pega en las estaciones de tren de Madrid se diga expresamente que ‘Ante cualquier amenaza o agresión física o verbal hacia su personal, Renfe Cercanías Madrid ejercitará las acciones que, en su caso, correspondan en defensa de sus trabajadores y en interés del servicio público que prestan‘, pero que luego ante las agresiones al personal en las estaciones de Cataluña, hagan justo lo contrario».

García ha desvelado que los vigilantes agredidos por el inmigrante en la estación de Renfe de Barcelona necesitaron asistencia médica, por lo que ya han presentado la oportuna denuncia ante los Mossos de Escuadra.

No obstante, lo más grave para este portavoz de Alternativa Sindical es que según la Ley de Ordenación del sistema de seguridad pública de Cataluña, se establece literalmente que ‘el personal de seguridad privada, cuando preste servicios para garantizar la seguridad en las infraestructuras y los servicios de transporte público de Cataluña por cuenta de la Administración o de entidades del sector público o empresas operadoras, y siempre que el desarrollo de las funciones se derive del servicio contratado por la Administración o ente público de acuerdo con la legislación de contratación pública, tiene la condición de agente de la autoridad como colaborador de los cuerpos policiales de Cataluña’.

Por todo ello, el portavoz nacional de Alternativa Sindical, Alberto García, ha denunciado estos hechos “y la manipulación que de lo ocurrido están haciendo algunos partidos y medios de comunicación” y ha anunciado que se personarán para defender la labor y la dignidad de los vigilantes ante estos ataques.

El informe interno destaca que los vigilantes siguieron el protocolo de actuación

Según el informe interno elaborado por los trabajadores de Sureste Seguridad, empresa subcontratada por Renfe para la vigilancia de esta estación, y al que ha tenido acceso en exclusiva este diario, todo comenzó sobre las 18,32 horas, cuando los vigilantes observaron que había un hombre colgado de la baranda de las escaleras con el fin de acceder a los andenes sin pasar por el control de las máquinas validadoras de billetes.

Una vez que este individuo saltó y se coló en el interior de las instalaciones, “algo que pudo ocasionar daños a terceros si hubiera caído encima de alguien”, los trabajadores de seguridad se acercaron a él con el fin de proceder a identificarlo y devolverlo a la zona de tornos al haber accedido sin billete al interior.

Este individuo, un joven subsahariano, comenzó en ese instante a increpar a los vigilantes y a retarlos a pelear “al situar sus brazos en posición de combate y pedirles que ‘venga, de uno en uno’”.

Los trabajadores de seguridad privada, según dicho informe, intentaron apaciguar a este hombre, “que es lo que se hace habitualmente en este tipo de situaciones, sea de la etnia que sea el protagonista”.

Sin embargo, según estas fuentes, esta persona hizo caso omiso y se puso cada vez más agresivo, por lo que los vigilantes intentaron reducirlo mientras esperaban la presencia de los agentes de la Guardia Urbana, que ya habían sido avisados.


No obstante, “algunos usuarios, que no han presenciado el origen de la intervención, animados por una minoría de exaltados, no dejaron de increpar, reprender e incluso insultar a los vigilantes, que lo único que está haciendo es velar por la seguridad de las instalaciones”.

“La prueba de la actitud de esta persona es que los vigilantes reciben golpes y patadas e incluso el sospechoso consigue hacerse con una defensa del personal de seguridad, lo que denota que su actitud no cesa en ser agresiva”, sigue el informe interno de lo ocurrido.

Lo peor, para estos trabajadores, fue que algunos de los espectadores intervinieron en defensa del sospechoso, “con patadas, pellizcos y hasta mordiscos” al personal de seguridad.