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Plaza Catalunya  Renfe

 

 

Como ya sucediera el pasado 14 de febrero en un episodio parecido, entre un vigilante de seguridad y un hombre de color, en la estaciónde Barcelona Sants, la ONG SOS RACISMO CATALUÑA vuelve a ser protagonista de una intervención rutinaria entre varios vigilantes de seguridad y un hombre marroquí.

Según hemos podido averiguar, los hechos suceden en la noche de ayer, alrededor de las 21:00h, cuando el individuo de origen marroquí intenta colarse por uno de los accesos a la estación de la Plaza de Cataluña. Los vigilantes lo observan y acto seguido es desalojado de la estación por parte del personal de seguridad. Tras el desalojo, el hombre de origen marroquí entra en cólera mostrando signos de bastante violencia. Tanto es así, que llega a agredir a una usuaria que en ese mismo momento estaba sacando el título de transporte en una de las máquinas expendedoras. Es cuando, los vigilantes de seguridad, tras percatarse de la agresión, salen en persecución del hombre marroquí siendo interceptado y reducido por parte de los mismos en el vestíbulo de la estación para ponerlo a disposición de las fuerzas y cuerpos de seguridad tal y como establece la Ley de Seguridad Privada.

Como ya sucediese hace dos meses con el incidente en Barcelona Sants y donde la ONG SOS RACISMO CATALUÑA fue la denunciante, esta vez le ha tocado el turno como denunciante a la ONG ES RACISMO y con el mismo modus operandi, es decir, grabar con un móvil la intervención de los vigilantes de seguridad y manipularlo con la intención de colgar en las redes sociales solo el corte que a ellos les interesa con la clara intención de criminalizar a los vigilantes de seguridad.

Sí que queremos dejar muy claro que los más de 85.000 vigilantes de seguridad que hay en activo en este país son grandes profesionales y perfectos conocedores de las funciones que tienen que desempeñar. Es obvio, que los vigilantes de seguridad no van agrediendo gratuitamente a nadie y mucho menos de una forma brutal como se ha venido afirmando a través de algún medio de comunicación. En cualquier caso, entendemos que hay una investigación abierta y lo más sensato es esperar a las conclusiones finales de la misma con el esclarecimiento total de los hechos. En este momento es muy fácil criminalizar a los vigilantes de seguridad dado que es lo que produce morbo, vende periódicos y genera audiencia a los medios audiovisuales.

Misma forma de actuar han tenido desde el departamento de seguridad corporativa de RENFE OPERADORA. La actitud del operador ferroviario es cínica toda vez que lamentable siempre que sucede un incidente de estas características. Con este tipo de actitud RENFE OPERADORA pretende lavar su imagen, de cara a la opinión pública, dejando tirados en el camino a los vigilantes de seguridad que prestan servicio en sus propias instalaciones cuando, es importante recordar, que es la dirección de RENFE OPERADORA quién exige a las empresas de seguridad, y por ende, a los vigilantes mediante manuales propios distribuidos por parte del departamento de seguridad corporativa del operador ferroviario donde establecen y ordenan las pautas a seguir y como deben intervenir los vigilantes ante la comisión de cualquier hecho delictivo como pudiera ser el fraude a través de los denominados “sin billete”.

No en vano, contando con el vigilante de seguridad de Barcelona Sants que tuvo un incidente con un hombre de color y los nueve de ahora ya son diez los vigilantes de seguridad que, por orden de RENFE, son apartados del servicio de seguridad en Barcelona. Lo que está provocando el operador ferroviario con este tipo de medidas, enfocada más a limpiar su imagen que a otra cosa, es que los vigilantes no quieran prestar servicio o soliciten a sus empresas el traslado a otros clientes.